niño con fiebre

Mi peque tiene fiebre, ¿Cuándo debo acudir al médico?

Una de las mayores preocupaciones de los padres es saber cuándo es buen momento para ir al médico cuando si hijo pequeño presenta fiebre. En esta situación, hay varios puntos importantes a tener en cuenta para actuar de forma correcta y oportuna.

La fiebre es un síntoma que indica la existencia de un problema mayor, por lo que actuar con rapidez es esencial en estos casos.

Señales que indican una visita urgente al médico

Uno de los problemas habituales en los niños es la fiebre. En muchas ocasiones se trata de un proceso natural del mismo sistema inmunológico, dado que la temperatura aumenta cuando las defensas luchan contras las bacterias leves o las enfermedades víricas.

La fiebre es entonces una reacción normal del cuerpo, sin embargo, es inevitable no sentir ansiedad o preocupación como padre, al desconocer la causa que origina el aumento de la temperatura.

El problema empeora cuando son padres primerizos, donde los nervios y la incertidumbre son más intensos. Ante esta situación, es importante conocer las señales que indican la necesidad de ir inmediatamente con un profesional para que reciban atención médica.

Una de las principales señales es las convulsiones febriles, estas producen una pérdida momentánea de conciencia, contracciones, temblores, rigidez, y hace que se pongan los ojos en blanco.

Aunque la situación es muy alarmante por la reacción del niño, no genera ningún tipo de daño permanente.

Otra señal importante es cuando la fiebre supera los 39°C en un bebé, o bien, sube hasta 37.7°C cuando es menor de seis semanas. Ambas situaciones son una clara indicación de que las temperaturas son muy elevadas para su cuerpo.

Además, si la fiebre se extiende durante más de dos días y se mantiene en los niveles antes mencionados, los padres deben acudir de inmediato con un médico.

Cuando la fiebre ocasiona letargo en el niño, es decir, que no responde o no mantiene contacto visual, o actúan muy enfermos, no hay que demorar más la visita con el profesional.

También es importante identificar los otros síntomas que acompañan a la fiebre. Si el bebé presenta síntomas relacionadas con la meningitis, como dolor de cabeza o en el cuello, rigidez, erupción cutánea, aversión a la luz o confusión, quiere decir que el problema es mayor.

De igual manera, si llora de forma constante, tiene los ojos vidriosos y tiene dificultades para respirar o tragar, es necesario que un profesional lo atiendan para identificar el problema.

En cualquier caso, los padres pueden ir al pediatra sin importar la temperatura del niño. Aunque el termómetro puede dar una idea sobre el nivel de fiebre en el bebé, es importante fijarse primero en su apariencia y estado de ánimo.

La fiebre no es una enfermedad, sino un síntoma. Por tal motivo, a veces no es necesario tratarla, ya que es una respuesta natural por parte del cuerpo para defenderse, siendo esencial tratar la enfermedad o bacteria.

Sin embargo, es importante seguir su evolución y tener en cuenta las señales antes descritas para asegurar que el problema no empeora. La consulta con los médicos se puede realizar en cualquier momento, tanto si la situación no es grave, como cuando sí lo es.

¿Qué hacer cuando el niño tiene fiebre?

Cuando el niño presenta fiebre, antes de llevarlo con el médico, los padres pueden tomar varias medidas que ayuden a bajar la temperatura para disminuir la incomodidad en el pequeño.

Es de gran importancia ofrecer abundantes líquidos, dado que el cuerpo se puede deshidratar por la elevada temperatura.

Hay que buscar el mayor confort para el niño, arropándolo o retirando el exceso de ropa, dependiendo de lo que prefiera. No hay que olvidar que la fiebre alta genera una sensación de frío, por lo que es normal que quiera estar desarropado.

Si la temperatura es muy alta, hay que administrar un antitérmico, como el paracetamol o el ibuprofeno, ya sea en gotas, jarabe o supositorio. Ambos remedios pueden bajar entre uno o dos grados de la fiebre, luego de una hora de su administración.

Sin embargo, es normal que la temperatura no descienda los 38°C aunque se medique al niño, o que pasen unas seis horas para que vuelva a subir. En cualquier caso, no es recomendado usar dos antitérmicos al mismo tiempo.

También se recomienda bañar al niño con agua templada, dejando que pasen varis minutos dentro de la bañera, pero sin usar compresas de alcohol o agua fría. De igual manera, el niño se debe introducir de forma cuidadosa en la bañera con el agua templada, para que el cambio no resulte tan brusco.

¿Qué ocasiona la fiebre en el niño?

Las causas de fiebre en el pequeño son numerosas, pero las principales son las infecciones víricas, aunque los orígenes bacterianos también son bastante comunes. Para determinar exactamente el problema que genera la fiebre en el niño, es necesario ir con el médico para que realice un diagnóstico preciso y acertado.

Los periodos epidémicos durante el invierno, hace que los padres abriguen en exceso al niño. Esto ocasiona un aumento en su temperatura corporal, lo cual se puede confundir con fiebre.

 

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